¿Qué hacer si uno de nuestros alumnos tiene una dificultad de
aprendizaje?
A continuación
teniendo en cuenta la lista de observación que realice para
la dislexia en niños de 6 a 11 años, en el siguiente enlace de mi diario
de aprendizaje.
Vamos a
describir las dificultades que tiene un
alumno con dislexia con ocho años de edad:
-Sus dificultades
más significativas se localizan en el aprendizaje de la lectura, lee de forma silábica
y mecánica. Dichas dificultades no se explican por ningún otro tipo de
dificultad o trastorno.
-Tiene dificultad
en el reconocimiento globalizado de las palabras, lo que conlleva a producir
una lectura lenta y poco fluida.
-Presenta una buena
exactitud lectora, aunque en ocasiones produce errores de omisión, inversión o
sustitución de letras, notándose una lectura forzada y costosa, en la que no se
tiene en cuenta el ritmo ni los signos de puntuación.
-Tiene un
vocabulario escaso, debido al uso exclusivo de la ruta fonológica para la
lectura.
Una vez detectadas las dificultades se adoptarán las medidas organizativas de apoyo y refuerzo
necesarias para responder a las dificultades detectadas. Algunas de las
medidas que se pueden tomar son las siguientes:
- Llevar a cabo
agrupamientos flexibles.
- Realizar apoyos,
preferentemente dentro del aula.
- Intervención directa e
individual.
- Realización de tareas de
ampliación o de refuerzo.
- Refuerzo y priorización
de los estándares de aprendizaje básicos y esenciales del área
correspondiente.
- Incluir las TIC en el
trabajo diario de aula.
- Utilizar formatos
alternativos al texto escrito para la presentación de trabajos o tareas
(ordenador, audio, filmaciones, etc.)
- Diseñar tareas, talleres
o proyectos, fomentando el aprendizaje por descubrimiento.
- Organizar los contenidos
por centros de interés.
- Trabajar por rincones de
actividad o juego.
- Plantear talleres de
aprendizaje.
- Plantear métodos de
aprendizaje cooperativo.
- Graduar las actividades.
ESTRATEGIAS
METODOLÓGICAS PARA FACILITAR SU APRENDIZAJE:
- Ir de lo oral a lo
escrito.
- Prestar una atención
individualizada para cerciorarse que ha entendido los enunciados y
actividades, antes de hacer alguna tarea.
- Llevar a cabo una
adecuada coordinación entre los profesionales que inciden en estos
alumnos.
- Compensar la información
escrita con otra información complementaria de carácter audiovisual, utilizando
todo lo que pueda servir, como pistas, videos de youtube, gráficos,
señales postit, fichas, listas, dibujos, etc.
- No hacerles copiar los
enunciados, sino ir directamente al desarrollo del ejercicio o tarea.
- Usar tareas de
palabras-clave.
- Reforzar los contenidos
trabajados en clase, asegurándonos de que el alumno con dislexia sabe lo
que tiene que hacer en todo momento.
- Utilizar estrategias de
estimulación multisensorial.
- Acompañarse de señales no
verbales (gestos, cambios de entonación) para atraer la atención y mostrar
paso a paso todo lo que se está explicando, para hacerlo comprensible al
máximo.
- Ajustar el nivel de
dificultad de la actividad o tarea para evitar el abandono.
- Ser constante en la
exigencia de pautas concretas en la presentación de trabajos y actividades
(margen, nombre, fecha).
- Alternar actividades para
eliminar la fatiga que puede provocar la lectura y la escritura
(actividades de concentración/actividades motrices, pintar, recortar,
recoger, ordenar, dar mensajes).
- Trabajar estrategias
metacognitivas en identificación de palabras.
- Poner en marcha programas
sistemáticos de conciencia fonológica - silábica dentro y fuera del aula.
- Usar de forma flexible
los métodos mixtos analíticos y ortográficos con los alumnos más mayores
de edad.
- Poner en marcha
ejercicios de fluidez de lectura, para conseguir una lectura eficaz.
- Presentar las
instrucciones en pasos secuenciados, leer las instrucciones al alumnado,
dar información verbal y visual simultáneamente por medio de imágenes,
utilizando DVDs, murales, diapositivas, vídeos, etc.
- Aplicar métodos y
técnicas de lectura adaptadas a las necesidades del alumno.
- No exigirle que lea como
sus compañeros, ni que presente una ortografía ni una puntuación exacta,
si no lo puede lograr por su dificultad.
- Calcular la cantidad de
tareas a realizar en función de la velocidad lectora del niño.
- Darle técnicas de estudio
adaptadas a sus necesidades.
- Evitar connotaciones
negativas en las correcciones.
- Darle órdenes simples y
breves. Establecer contacto visual con el niño.
- Favorecer una buena
educación multisensorial desde las primeras etapas.
- Incidir en la información
nueva, debido a las dificultades que puedan presentar con el vocabulario,
memoria a corto plazo y a veces escasa capacidad de atención.
- Evitar que copien textos.
- Diseñar actividades en
las que tenga mayor peso el lenguaje oral que el escrito.
- Poner en marcha actividades
de debate, explicaciones orales, etc.
- Enseñar y mejorar el
lenguaje oral durante las actividades mediante el uso adecuado y eficiente
de los conectores verbales.
La importancia de detectar
de forma temprana las dificultades de aprendizaje que pueda presentar el
alumnado, es fundamental ya que, cuanto antes se realice la detección, menor
será la intervención que se tendrá que realizar y no afectará a otras áreas del
desarrollo.
La detección
precoz de la dislexia es esencial para prevenir
las secuelas emocionales, la desmotivación y el fracaso escolar: sentirse
frustrado por no alcanzar los estándares educativos (sin saber que esto se debe
a un trastorno del aprendizaje), pensar que el niño es menos inteligente que
los demás (cuando los niños que sufren dislexia suelen tener un coeficiente
intelectual normal o alto) y tener una baja autoestima debido a los factores
anteriores, son consecuencias que pueden evitarse gracias a la detección
temprana del trastorno.
Fuente para la realización de la actividad
Guía para el éxito escolar del alumnado con dislexia
© 2016. Región de Murcia
Consejería de Educación y Universidades
Dirección General de Innovación Educativa y Atención a la
Diversidad
Servicio de Atención a la Diversidad